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lunes, 8 de abril de 2019

Galletas de avena (veganas)


Hace un año escribía que ahora que soy mamá estaba intentando sacar tiempo para preparar cositas caseras, pero no tuve en cuenta que ese tiempo libre se iba en tantas cosas que luego me he pegado otro año entero sin publicar... ¡Literal! Y ha sido casualidad lo de la fecha, pero aquí estamos un 8 de abril aprovechando la noche para escribir :D

Es verdad que intento sacar tiempo (las ganas no me suelen faltar, aunque a veces me puede el cansancio) para meterme en la cocina, ya que me parece una manera muy buena de cuidar a mi familia y de cuidarme yo. Algunas de estas veces me dedico a preparar "dulces saludables" (sí... esto que se ha puesto tan de moda), y es que últimamente me apetece mucho el dulce y también me gusta ir variando los desayunos sin recurrir a los azúcares refinados o sabores industriales. Una de las recetas que me encanta volver a hacer una y otra vez es la que os traigo hoy, que al menos a mí me resulta adictiva. Es muy fácil de preparar la masa y un pelín rollete de cocinar, pero con lo ricas que están después estas galletas compensa. La receta original la vi hará un par de años en el blog Delantal de Alces, y tras algunos cambios aquí os dejo mi versión. Reducir el azúcar con respecto a la receta original para mí es indispensable, pero todo depende de cada paladar... De verdad que para mí así están perfectas. Con la harina refinada están tremendas, pero con la harina integral sigues comiendo una y queriendo comer otra y otra y otra... ¡Así que espero que tengáis un horno grande para que podáis hacer una buena tacada! 

INGREDIENTES 

225 gr. de copos de avena finos (también valen los enteros)
250 gr. de harina integral de trigo
80 gr. de azúcar moreno (tengo que probar alguna vez con azúcar de coco, con menor índice glucémico)
170 gr. de aceite de girasol
90 ml. de agua
4 gr. de levadura royal
1 c.c. de sal

PREPARACIÓN

1) En un bol ponemos los copos de avena, la harina, el azúcar, la levadura y la sal, y removemos. 

2) Añadimos el aceite y el agua. Mezclamos bien.

3) Precalentamos el horno a 180º.
Mientras el horno coge temperatura, vamos cogiendo porciones de masa, hacemos unas bolitas compactas y las depositamos sobre papel vegetal en una bandeja de horno.
Presionamos las bolitas para aplanarlas y darles la forma de galletas. La masa se rompe con facilidad, así que hay que hacerlo con  cuidado y bastante cariño. He descubierto que si las chafas utilizando un poco de papel film se rompen menos y es más fácil y rápido darles forma. Tendré que probar con papel de hornear, cuantos menos plásticos utilicemos, mejor :)

4) Horneamos a 180º durante unos 15 minutos o hasta que las galletas adquieran un color dorado. Lo normal es que salgan para 2 tandas. Cuidado con la segunda, es mejor dejarla unos minutos menos ya que se doran antes.

5) Et voilà! Cuando retiremos las galletas del horno, las dejaremos enfriar sobre una rejilla. A partir de ahí será un comer y no parar :D


Para terminar, se pueden decorar con un poco de chocolate, aunque a mí me parecen perfectas así. De hecho, nunca se lo añado porque probé una vez y me gustan más en esta versión. Así que ahora a probarlas vosotrxs y a contar qué os han parecido.

Espero que os gusten tanto como a mí. 

¡Feliz semana!